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miércoles, 1 de julio de 2009

Tratamiento del alcoholismo

Aula de Alcoholismo entrevista a D. Antonio Jesús Molina Fernández

Antonio Jesús Molina Fernández es psicólogo clínico, asesor y responsable de divulgación científica de Aula de Alcoholismo y director del Centro de Tratamiento Ambulatorio de Proyecto Hombre en Granada. Es miembro de la Red Científica Hispana sobre Drogas de Estados Unidos y cuenta con un destacado historial de publicaciones sobre trabajos sobre investigación y buenas prácticas profesionales, entre otros.

Fuente: auladealcoholismo.es

1. ¿Qué características debe reunir una atención integral en alcoholismo?

En mi opinión debemos trabajar desde un punto de vista centrado en la persona, su situación, contexto y necesidades. A partir de ahí se pretende establecer un listado de prioridades de intervención, comenzando con el control de la abstinencia y la prevención de las recaídas, objetivo que suele ser más eficaz si se actúa con una combinación de farmacoterapia y manejo de contingencias.
A partir de ahí se puede trabajar sobre los motivos y las consecuencias del consumo de alcohol, sobre todo los factores más emocionales relacionados con la adicción: miedos, complejos, dudas, inseguridades, vergüenzas, traumas, toma de decisiones, afrontamiento y resolución de conflictos…Mientras tanto y de manera paralela se debería procurar motivar para dos líneas de actuación: la situación personal/ familiar (incluyendo pareja, familia propia y familia de origen), lo que implica aceptar la situación y mejorarla si es posible; y por otra parte la situación social de la persona, incluyendo red social/amistades sin riesgo, ocio y tiempo libre, formativo/laboral y más prevención de recaídas.
El objetivo de un modelo integral debe ser atender los factores comportamentales/cognitivos/emocionales/sociales de la persona. Para ello el compromiso del profesional debe estar en ayudar a cada persona de manera diferente en función de sus necesidades. Para esto es fundamental que el terapeuta escuche a la persona y le haga protagonista del proceso. También es necesario aceptar la no linealidad de los procesos personales y la posibilidad de consumo o recaída en los colectivos con los que intervenimos.

2. ¿Qué lugar ocupan los tratamientos para el alcoholismo en el modelo de intervención de Proyecto Hombre?
Se han convertido en el segundo perfil más atendido y en un grupo fundamental por su complejidad. Los factores sociales y culturales del consumo de alcohol en España hacen que sea muy difícil trabajar sobre la conciencia del problema y conseguir una motivación propia para el cambio de estilo de vida. Además, normalmente acuden a los tratamientos cuando están muy deteriorados física, anímica, familiar, social y cognitivamente, por lo que el principio de los tratamientos suele ser muy complicado. Una vez que se superan las primeras etapas y se consigue la adherencia se corre el riesgo de llegar a la “recuperación milagro”, que es el momento que se produce cuando se han estabilizado físicamente y han tranquilizado a la familia, recuperado la pareja, el trabajo…Si se supera esta primera crisis se empieza a profundizar sobre los factores personales que he mencionado antes.
De todas formas el trabajo terapéutico con pacientes alcohólicos va muy destinado a prevenir recaídas y potenciar factores de protección para minimizar factores de riesgo. Es fundamental entender el concepto de “proceso” y respetar los momentos de cada persona. Además se utiliza mucho entrenamiento en manejo de contingencias, sobre todo al contexto familiar de la persona. El apoyo familiar resulta fundamental y determinante, tanto en positivo como en negativo.

3. ¿Cree que han cambiado los perfiles de los pacientes alcohólicos actuales con respecto a hace unas décadas? Si es así, ¿opina que la metodología de intervención se ha adaptado a esta nueva realidad?

Más que haber cambiado se han diversificado muchísimo: ya hay alcohólicos de todas las edades, formaciones, contextos familiares, grupos sociales…Los hay que usan el alcohol como única sustancia, como sustancia principal, como puente hacia otras sustancias, como sustitutivo, de manera conjunta con otras sustancias… Dentro de las diferentes metodologías algunas se han adaptado mejor y otras peor. Los modelos de terapias de segunda generación y los modelos menos integradores parecen haberse adaptado peor a estas nuevas situaciones. Los modelos más integradores y que trabajan mejor el contexto y no de manera exclusiva en clave de consumo/abstinencia, ya que permiten objetivos intermedios y trabajar sobre los recursos personales y el empoderamiento de las personas atendidas.

4. ¿Qué expectativas le suscita el desarrollo de una vacuna contra el alcohol basada en los mecanismos genéticos responsables de que buena parte de la población asiática sufra de aversión a esta sustancia?

Yo soy un defensor de los modelos integradores de farmacoterapia+psicoterapia: La voluntad y las ganas son necesarias pero no suficientes, esto no es tan sencillo y no se debe ser tan reduccionista. Creo que todo lo que vaya destinado a ayudar a resolver los múltiples factores implicados en los mecanismos de las adicciones (tanto los epigenéticos como los ambientales y personales/emocionales/adaptativos) nos puede resultar útil en los tratamientos.
Ahora bien, sí me gustaría mencionar que en mi opinión la vía farmacológica es completamente necesaria pero los problemas de la adicción al alcohol en estos momentos no pueden ser limitados a los mecanismos neurobiológicos o fisiológicos: al fin y al cabo, estos mecanismos se engloban dentro de un contexto personal, cultural y social que repercute en su correcta evolución. En el tema del alcohol además existe una enorme diversidad de estos factores y una gran disparidad sobre todo en los aspectos más sociales, de exposición y culturales. Y deben ser tenidos en cuenta para enfocar los análisis y los tratamientos de la mejor manera posible.

5. ¿Qué papel pueden desempeñar las nuevas tecnologías en el desarrollo de estrategias para combatir las adicciones? ¿Qué opinión le merece la revista digital Aula de Alcoholismo (http://www.auladealcoholismo.es)?

Me parecen fundamentales en dos aspectos: el acceso a información relevante sobre los trastornos adictivos y sus tratamientos en todo el mundo, con un aprendizaje en la diversidad que resulta muy enriquecedor; por otra parte, las nuevas tecnologías permiten estar en contacto de manera fácil y accesible con profesionales de todo el mundo, con lo que se pueden compartir experiencias, opiniones y vivencias de manera muy sencilla y con un alto grado de inmediatez en la respuesta. De esta forma, los profesionales pueden pertenecer a grupos, foros y redes de profesionales, intercambiar información con personas capacitadas de todo el mundo y así estar al día sobre nuevas estrategias en adicciones. En ese sentido, el concepto que presenta “Aula de Alcoholismo” me parece perfecto para profundizar en este problema y en sus posibles soluciones. De hecho, a mi entender “Aula de Alcoholismo” es parte de la solución, y una buena solución.
Aula de Alcoholismo agradece el compromiso y entregra para esta entrevista a D. Antonio Jesús Molina Fernández.

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