dirección:
DÍAS SIN HUELLA (The lost weekend). 1945
- Director: Billy Wilder.
- Guión: Billy Wilder y Charles Brackett, basado en la novela de Charles R. Jackson.
- Música: Miklós Rózsa.
- Intérpretes: Ray Milland (Don Brinam), Jane Wyman (Helen St. James), Phillip Terry (Wick Brinam), Howard Da Silva (Nat), Doris Dowling (Gloria).
- Producción: Paramount. 101 minutos. B/N.
- Argumento: En Nueva York, el escritor Don Brinam está sumido en la más profunda de la desesperanza debido a su nulo éxito profesional y ha convertido su vida en un infierno debido a su adicción al alcohol, convirtiéndose incluso en ladrón para poder beber, todo ello a pesar de los esfuerzos de su hermano y de su novia, una bella joven que aparece en su vida tras un intercambio involuntario de abrigos en un guardarropa. La película termina con un punto de esperanza: Brinam empieza a escribir de nuevo. Pero en realidad el final es incierto... ¿Conseguirá la chica apartarlo del alcohol para siempre?.
- Comentario: Hasta Días sin huella los borrachos en la pantalla eran siempre figuras cómicas: veían doble, no podían mantener el equilibrio, eran esperados por sus mujeres en casa con el rodillo de amasar en la mano... Pero Wilder quiso mostrar el alcoholismo como enfermedad. Esto supuso una revolución en Hollywood y creó dificultades para que los productores aceptaran hacer la película. En el preestreno el fracaso fué estrepitoso. Los espectadores se rieron desde el principio, se rieron cuando el hermano de Brinam descubre el alcohol colgando de la ventana... Wilder vió como la gente abandonaba el cine y tuvo que leer las tarjetas del preestreno, en la que los espectadores formularon así su opinión: "una buena película, sólo habría que eliminar lo referente a la bebida" o "después de ver la película no he renunciado a beber, he renunciado a ir al cine". La Paramount decidió archivar la película. Se dijo que la industria de las bebidas alcohólicas intentó comprar los derechos del film para retirarlo de la circulación. Ante este panorama, Wilder entra en el ejercito y "huye" a la Alemania ocupada.
Sin embargo, meses más tarde la opinión sobre la película cambió: los responsables del estudio la volvieron a ver y les pareció buena y el público parecía preparado para aceptarla. Como resultado, Días sin huella se convirtió en un éxito de público y ganó 4 Oscars.
Wilder tuvo mucho interés en rodar la película en las calles de Nueva York y no en estudio, como era la costumbre. Esto origina que la obra tenga un gran realismo: la escena en la que Ray Milland llega a la planta de alcohólicos del hospital, las escenas en el bar o la secuencia en la que Brinam intenta vender la máquina de escribir y va de una casa de empeño a otra. Destacaría la escena magistral en la que Brinam entra en el bar y pide una copa. El vaso deja en la barra un círculo mojado. Después de la tercera copa, el camarero quiere limpiar los círculos: "No los limpies, Nat " -dice Ray Milland-. "Déjame mis pequeños círculos viciosos". Y empieza a filosofar sobre el círculo, una figura que no tiene final ni principio, como el día de un bebedor, que también se encuentra en un círculo vicioso que no tiene principio ni fin.
- Crítica: El N. Y. Times la llamó "una película desgarradoramente realista y morbosamente fascinante... una obra maestra del séptimo arte". El N. Y. Herald Tribune la definió como "un hito de la historia cinematográfica... una pieza exquisita de principio a fin". James Agree, uno de los críticos más duros de la época escribió en The Nation que a pesar de ser una película poco común, dura, tensa, cruel, inteligente y directa, no le parecía que tuviera interés creativo. Su crítica termina con un toque de humor cargado de malicia: "comprendo que a los de la indrustria..., digo, indrrrusssstria...¡hip!... perdón... les prrrreocupe esssta pilícula. Esss dura".
- Frases y diálogos: "No te fío y lo sabes". "Vale, que sea por caridad. Te suplico que me sirvas una". "Sí, una. Una es demasiado y cien no son suficientes". Conversación entre Don Brinam (Ray Milland) y Nat (Howard da Silva).
"Estoy intentando no beber". "Sí, estás intentando no beber, como yo estoy intentando no quererte". Conversación entre Don Brinam (Ray Milland) y Helen St. James (Jane Wyman).
Comentarios: La película la vimos en el CPA Punta Alta como un hito en la visión del alcoholismo, como expresa muy bien el autor de la nota que reproducimos más arriba. La película finaliza con una mirada voluntarista sobre el curso de la enfermedad, donde sólo la voluntad "recupera" al enfermo. Sin embargo, el aporte es superior a aquellos aspectos cuestionables -quizás propios de la concepción de la época- al mostrar el drama del alcoholismo.
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