
Toxicomanía y Psicoanálisis:
MADRID.- Dejar de fumar en un minuto. Aunque abandonar el hábito puede costar algo más, ese es el tiempo que tenían los participantes en un concurso de cortometrajes para alertar de las consecuencias negativas del tabaco y de su relación con el cáncer de pulmón. El concurso ya tiene ganadores.
El Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP) y el laboratorio Pierre Fabre han sido los organizadores del I Concurso 'Deja de Fumar Ya: un minuto contra el cáncer de pulmón', un certamen de cortometrajes especialmente dirigido a los jóvenes.
'Consumes o te consumes', una imagen de un hombre que calada a calada se va convirtiendo en ceniza, del joven castellanoleonés Pablo Alonso González, se ha alzado con el premio del Jurado valorado en 3.500 euros. El comité de expertos, compuesto por representantes del GECP, Pierre Fabre y de Josep Maixens, director de la Escuela de Cine y Audiovisuales de Cataluña, ha considerado que se trata de un trabajo "didáctico que muestra de manera gráfica los efectos de este hábito".
En palabras de su director, el corto "realiza una metáfora en torno a la idea del consumo de tabaco como desgaste y extinción, ya que te consume por dentro y por fuera". Pablo Alonso González, que actualmente estudia cine en Roma (Italia), también destaca las posibilidades del formato para transmitir un mensaje impactante. "Al durar un minuto, el trabajo se encuentra entre el cortometraje y el spot publicitario, por lo que era necesario agudizar la capacidad creativa y conjugar técnicas de publicidad y televisión junto a un mensaje pedagógico".
Respecto a las motivaciones que le han llevado a participar en el concurso, destaca, entre ellas, su condición de no fumador. "En mi entorno todos fuman: mi novia, mis padres, amigos, y yo siempre estoy intentando convencerles para que no lo hagan".
Por su parte, el cortometraje 'Absurdo', que aporta con humor más de 50 razones para dejar de fumar, de los costarricenses Federico Lang y Gastón Sáez, se ha alzado con el premio del público, dotado con 1.000 euros de premio, gracias a las votaciones de los internautas, que le han concedido 1.075 votos. Federico Lang, de 22 años, estudió cine y televisión en la Universidad Veritas de Costa Rica y actualmente se encuentra en España cursando un master en la Escuela de Cine de Madrid (ECAM).
Precisamente fue a través de esta entidad como se enteró del concurso y avisó a su compañero, Gastón Sáenz, que estudia Producción Audiovisual en Costa Rica "para que le ayudara a buscar una idea original con la que participar". Según explica Lang, "no queríamos transmitir un mensaje estereotipado y dramático, sino algo que de manera contundente afirmara que fumar, en realidad, es absurdo".
Para los creadores de 'Absurdo' la promoción del vídeo en redes sociales e Internet ha sido fundamental para ganar el premio del público. "Fuimos muy activos en facebook, Hi5, MSN, Gmail y foros de Internet", ha explicado Lang.
La idea del concurso tiene que ver con el descenso en la edad media de diagnóstico del cáncer de pulmón por la adquisición cada vez más temprana del hábito tabáquico y que cada vez preocupa más a los especialistas. A través de la web www.cortosdejadefumarya.com, el GECP ha recibido más de 70 cortos de un minuto con diferentes visiones y propuestas.
"Ha habido visiones muy creativas", explica el doctor Carlos Camps, miembro de este grupo de oncólogos especializados en el tratamiento de tumores pulmonares. "Los participantes han destacado los efectos que el tabaco produce en el organismo, otros muchos han realizado paralelismos directos del tabaco con la muerte, o sobre la posibilidad de elección del fumador para acabar con el hábito como".
Además de los ganadores, el Jurado ha seleccionado 13 cortos y ha concedido dos menciones especiales. Estos trabajos serán utilizados por el GECP para la concienciación sobre la enfermedad y el hábito tabáquico en colegios e institutos. "La mayoría de los participantes han sido jóvenes. Por eso conocen, mejor que nadie, el lenguaje y la manera de captar la atención de los adolescentes y por eso, creemos que estos vídeos ayudarán a luchar contra la enfermedad", explica el doctor Camps.
DÍAS SIN HUELLA (The lost weekend). 1945
"Estoy intentando no beber". "Sí, estás intentando no beber, como yo estoy intentando no quererte". Conversación entre Don Brinam (Ray Milland) y Helen St. James (Jane Wyman).
Comentarios: La película la vimos en el CPA Punta Alta como un hito en la visión del alcoholismo, como expresa muy bien el autor de la nota que reproducimos más arriba. La película finaliza con una mirada voluntarista sobre el curso de la enfermedad, donde sólo la voluntad "recupera" al enfermo. Sin embargo, el aporte es superior a aquellos aspectos cuestionables -quizás propios de la concepción de la época- al mostrar el drama del alcoholismo.
Grecia, siglo IV a. C. Las ciudades-estado griegas, fuentes de riqueza intelectual daban a su fin y abrían paso a una Grecia unida bajo el imperio del monarca, primero Filipo (351-336 a. C) y posteriormente Alejandro Magno (336-323 a.C). Si a este cambio de sistema político, de unas ciudades significativamente democráticas a monarquías tiránicas, le sumamos la opresión religiosa comprenderemos el malestar anímico del que eran presa los hombres y mujeres de la época.
En este contexto hacen aparición múltiples escuelas que intentan dar solución a este problema: tales como el escepticismo, el hedonismo, el cinismo y posteriormente el estoicismo. Nos centraremos aquí en el cinismo, que nace de la mano de Antístenes (443-336 a.C). Este discípulo de Gorgias (sofista griego) y Sócrates fundó una escuela llamada Cinosargo (el perro blanco), de donde proviene el nombre de cinismo (del griego kynismós: cinismo; kynós: perro). Pero si a Antístenes se le ha reservado el privilegio de ser reconocido como el fundador, Diógenes de Sínope (412-323 a.C) pasaría a ser recordado como el máximo representante de dicha filosofía.
El que fueran llamados (y se comportaran) como perros fue una de las señas de identidad de éstos maestros de la contracultura para los cuales nada humano merecía el más mínimo respeto. La crítica cínica lo abarca todo: Estado, propiedad, religión, familia, trabajo, sociedad... Además de comportarse como perros vivían como mendigos, siempre con aspecto descuidado, alojándose en cualquier lugar (Diógenes de Sínope era llamado el del tonel dado que éste era el lugar donde vivía).
La filosofía cínica es totalmente antipolítica y antisocial. Diógenes dijo en una ocasión que «los políticos son mayordomos magnificados». Los cínicos nos recuerdan que las leyes son artificiales y existen por coacción, mientras que las disposiciones de la naturaleza son necesarias. Se opusieron a todo proyecto político, no encontrando razón de ser en una autoridad cualquiera, y se declararon «ciudadanos del mundo». Se buscaba una vuelta a la Naturaleza, una forma de vida natural frente al agobio de la organización social.
Dicho esto, se deduce que los cínicos no presentaban ninguna alternativa o proyecto social, y menos político. Esto es correcto, la filosofía cínica tiene por objeto una meta puramente individual, el estado de autarquía. Autarquía viene del griego arkéo: “yo me basto” y se ha definido de forma más extensa como el «medio de liberación de las necesidades externas, es decir, sociales. Se es autosuficiente para poder vivir fuera del Estado, para no depender en nada de la sociedad», en tanto que lo social aparece como perversión de la naturaleza.
Enumerando uno de los ejemplos de la autosuficiencia cínica o autarquía, nos sumergiremos en un ámbito como es el del amor, que a más de uno le apena de forma obsesiva. Diógenes sentenciaba que «los enamorados encuentran su placer en ser infelices». Éste lograba satisfacer el apetito sexual masturbándose en medio del ágora (plaza pública) exclamando: «¡Ojalá el hambre pudiera ser también aliviada con sólo frotarse el estómago!».
Como medio para llegar a la autarquía proponían la ascesis, la renuncia de las pseudo-necesidades que crea la civilización. En palabras de Antístenes: «el equipaje de quien viaja debería ser tal que, caso de naufragio, pudiera nadar con él». Despreciaban el dinero, la fama y la nobleza.
A Diógenes se le recuerdan muchas anécdotas curiosas, acompañadas siempre del sarcasmo y sentido del humor que lo caracterizaban.
Hay que señalar que nuestro personaje, a pesar de ser objeto de burla, era muy querido entre la población. Una de sus anécdotas más conocidas relata un encuentro entre Alejandro Magno (que iba a la búsqueda de un filósofo) y Diógenes de Sínope; mendigo frente a emperador. Alejandro le ofreció lo que quisiese y Diógenes le contesto que únicamente deseaba “que se apartase, que le tapaba el sol”. El cínico más conocido en ocasiones iba acompañado de una lámpara en actitud de búsqueda: “Busco un hombre”, decía a quienes preguntaban (un hombre honesto tal vez). Dijo en una ocasión Diógenes: «Los perros muerden a los enemigos; yo muerdo a los amigos para salvarlos». En efecto, el cinismo parece ser una terapia a los males de la época (y a todas las sociedades habidas y por haber). Y Nos podríamos seguir deleitando con sus anécdotas, pero este artículo se extendería demasiado... Al cínico más famoso «le sobrevino un cólico a consecuencia de la ingestión de un pulpo crudo, hallando así la muerte». (Otra versión menos creíble apunta que se suicidó conteniendo la respiración). Los cinicos opusieron «a la fortuna, el valor; a la ley la naturaleza y a la pasión, la razón». He aquí las claves del cinismo.