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lunes, 28 de septiembre de 2009

El éxito del marketing y los efectos en la salud pública

Debe ser, a sus 36 años, una persona exitosa. Los números lo demuestran: el alza en las ventas de su empresa en los últimos años, a pesar de la crisis mundial. Y debe serlo, también, porque el domingo pasado, 27 de septiembre de 2009, su foto aparece en la tapa del suplemento económico de uno de los diarios más importantes de la Argentina. Pero además, ese matutino, “La Nación”, le dedica casi una página.

La periodista destaca los logros de esa empresa, como bien podría ser de cualquiera otra empresa cervecera.

La nota comienza diciendo que “La Argentina es una de las prioridades para Heineken, la principal compañía cervecera europea. Se trata del mercado número uno en ventas en América Latina y segundo, junto con Canadá y detrás de Estados Unidos, en el continente”.

Y agrega: “Las ventas crecieron al 20% anual durante los últimos cinco años en un contexto de ampliación del segmento premium que vive el consumo nacional”.

En una de sus respuestas, el exitoso country manager expresa:

“La Argentina es un mercado típicamente vinícola, la experiencia de consumo de cerveza es reciente. En Europa el consumo de cervezas premium representa el 40% del mercado, la Argentina tiene mucho para crecer”.

En otro pasaje dice:

“Va a llegar un momento donde la cerveza se va a pedir por variedad (negra, lager, roja) y no como un genérico, ni siquiera se pide por marca; se pide como un genérico y sos esclavo de lo que te sirven en el punto de venta. Hoy se consumen 44 litros de cerveza per cápita por año”. “Nuestro target está entre los 25 y 35 años y es un consumidor que se preocupa por lo que toma” (refiriéndose a las cervezas premium, que son más caras).

Ese mismo día, en otro diario, más precisamente en“Perfil”, el director de la Consultora Equis, Artemio López, en un artículo titulado “Más alcohol que paco”, analiza con datos estadísticos proporcionados por la Subsecretaría de Atención a las Adicciones de la Provincia de Buenos Aires la incidencia de ambas sustancias en pacientes en tratamiento.

López expesa:

“..cualquier estudio estadístico serio muestra al alcohol, muy lejos, a la cabeza del ranking de sustancias adictivas; y sobre él, comparativamente se habla poco y se hace menos, tal vez como consecuencia de los grandes intereses económicos que se mueven alrededor de la industria de bebidas alcohólicas, muchas de ellas, hay que recordarlo, grandes auspiciantes en medios masivos y sponsors privilegiados de eventos de gran convocatoria. “El sabor de la guita.”

Algunas reflexiones sobre los artículos citados:


- Cuando el ejecutivo dice que todavía hay mucho para crecer en la Argentina, ¿qué implicará el éxito de la empresa para la salud pública Argentina? ¿Cuántos alcohólicos más?

Las empresas luego, quizás, expien sus “culpas”, con algunos folletos en que expresen que está prohibida la venta a menores o “tomá responsablemente”. Sus campañas publicitarias, a la vez, mostrarán el paraíso terrenal, y asociarán la diversión con la presencia de la bebida, o a la inversa.

Otra pregunta que surge es que si el mercado premium cuyo target es de 25 a 35 años, que son los que saben tomar, quiénes son los que ingieren las otras cervezas, qué edades tienen y qué mensaje les trasmiten en las publicidades...

Es frecuente que “La Nación” dedique notas y editoriales a la lucha contra las adicciones, incluyendo al alcohol, pero pareciera que no existiera relación entre economía y salud, que fueran por distintos caminos. Por uno, se muestra con orgullo que la Argentina ocupa el primer lugar en Latino América –y, sí, estamos hablando del éxito de una empresa-, y por otro, a veces, se escandalizan por el incremento de las adicciones, en este último caso autoeximiéndose de toda responsabilidad .

Hay miles de personas de 36 años que no son empresarios exitosos. Muchos de ellos, tal vez con sus vidas arruinadas por los efectos del alcohol...

Detrás de cuántos accidentes de tránsito, de cuánta violencia familiar, de cuántas riñas callejeras, se esconde el alcohol, manejando los hilos cuál titiritero del horror, y muy lejos de aquella tierra prometida de encuentros y plena diversión de las publicidades.

En el caso de las bebidas alcohólicas, cuando triunfa el marketing, la salud pública tiembla...


Lic. Daniel Giacomich

domingo, 27 de septiembre de 2009

Congreso: "Hablemos de drogas. Familias y jóvenes, juntos por la prevención"

Intervenciones del Congreso "Hablemos de drogas"

Lluis Flaquer Vilardebó
Catedrático de Sociología. Universidad Autónoma de Barcelona
Formato pdf

Jaume Funes Artiaga
Psicólogo, educador y periodista

Eusebio Megías Valenzuela
Director Técnico. FAD

Gonzalo Musitu Ochoa
Catedrático de Psicología Social de la Familia. Universidad Pablo de Olavide. Sevilla

Pedro Caurín Lozano
Educador social. Mediador

Debbie Kellogg
The Partnership for Drug Free America.

José Antonio Gabelas Barroso
Profesor de Sociología de la Comunicación. UOC (Universidad Oberta de Cataluña)

Steven Haine
Formador colaborador del Área de Juventud. Comisión Europea


Carlos Alonso Sanz
Jefe de Sección de Prevención. Plan Regional sobre Drogas. Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha


Domingo Asún Salazar
Profesor de la Univeridad Católica de Valparaiso

Elena Rodríguez San Julián
Codirectora de Sociológica Tres

Teresa Laespada Martínez
Directora del Instituto Deusto de Drogodependencias

Oriol Romaní Alfonso
Profesor de la Universitat Rovira i Virgili


Toxicomanías


Lo inclasificable de las toxicomanías. Respuestas del psicoanálisis

Salamone, Luis; Naparstek, Fabián; Levato, Mabel y Galante, Darío (et. al.)

Grama Ediciones

Departamento de Estudios sobre Toxicomanías y Alcoholismo (CICBA).

El libro reúne "una conferencia dictada por Eric Laurent, uno de los asesores del departamento en estos años (junto a Mauricio Tarrab y Ernesto Sinatra, de quienes también se incluyen trabajos) (...) Luego se recogen trabajos presentados en Encuentros Americanos, en jornadas del TyA y contribuciones presentadas en diversos seminarios".

martes, 22 de septiembre de 2009

Globalización y drogas.


Vida insular en la aldea global: paradojas en curso

Martín Hopenhayn

Publicado en Polis, Revista Académica Universidad Bolivariana

Texto disponible en pdf en Dialnet


Martín Hopenhay, magister en Filosofía de la Universidad de París, Investigador en Desarrollo Social de la Cepal, expresa en una parte del trabajo citado:

"Una metáfora fuerte de (...) contrastes y connivencias la encontramos en la cultura de las drogas. Mientras en las grandes ciudades europeas las fiestas "Rave" reúnen a cientos de jóvenes empatizados bajo el efecto expansivo de las drogas de diseño (en particular el MDMA o éxtasis), los grupos de esquina en las comunas más pobres de Santiago o Bogotá fuman pasta base de cocaínay se sumergen en el "silencio de los angustiados". Nada más globalizado que el narcotráfico, pero nada más localizado que el uso de las drogas y la significación de su uso. El éxtasis va de la mano con la música tekno, el contagio amoroso y el superávit energético de sus usuarios (...) La pasta sumerge en espacios interiores y circula en situaciones de mayor violencia y estigma. (...) De manera analógica, una cosa es navegar por Internet en el barrio alto, otra es vivir sumido en la pasta base de cocaína en los barrios bajos. En ambos casos el joven encuentra formas inéditas de viajar: fuga hacia el mundo distante, o hacia los mundos internos donde nadie entra. Curiosamente, ambos son efectos de la globalización: más acceso a interlocución y también a la intoxicación. La droga no viene por casualidad. La exclusión social, la tensión de la ciudad, la pérdida de sentido colectivo en un dinamismo modernizador que promueve el individualismo, son caldo de cultivo para incorporar la resaca del mercado en los enclaves que están fuera de la carreta del progreso".

Cultura y droga

La droga en la cultura de hoy y de ayer

por Fabián Naparstek

Publicado en LetraUrbana.com

Para abordar este tema siempre hace falta construir el panorama general de la época y situar qué lugar se le otorga al uso de los narcóticos.

Un recorrido histórico, acerca de los distintos usos de las drogas en distintos tiempos y culturas nos deja afirmar que la cultura es inseparable respecto de un malestar que le es inherente, no hay cultura sin malestar.
Un recorrido histórico, acerca de los distintos usos de las drogas en distintos tiempos y culturas nos deja afirmar que la cultura es inseparable respecto de un malestar que le es inherente, no hay cultura sin malestar. En todo caso, el malestar no es una contingencia de un momento dado o una coyuntura especial, sino que es un dato estructural.

Hay un malestar inevitable y, a la vez hay diferentes formas de intentar paliarlo. Podemos ubicar en la cultura las diferentes estrategias frente a la inexistencia de una civilización que no tenga pesadumbre. El amor, la religión, el delirio, la sublimación, etc., como formas de paliar el dolor de vivir, según lo afirmara S. Freud ya en el año 1929.

Lo que a nosotros nos interesa es que, entre esas estrategias, él ubica el uso de narcóticos. Es decir, que Freud le da a los narcóticos un valor de remedio frente a la enfermedad de la existencia humana. Lo dice en los siguientes términos: "Para soportarla, (‘No se puede prescindir de las muletas’, nos ha dicho Theodor Fontaine) las hay quizá de tres especies: Distracciones poderosas que nos hacen parecer pequeña nuestra miseria; Satisfacciones sustitutivas que la reducen; Narcóticos que nos tornan insensibles a ella" [3]. Para Freud cada estrategia tiene características diferentes y, por ende, resuelve los problemas desde lugares diferentes. En el caso de los narcóticos no va a dejar de señalar que estos influyen sobre nuestro quimismo... (continúa)

Art. completo

Fabian Naparstek, Psicoanalista. Profesor Adjunto Regular de la Facultad de Psicología UBA Miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, AE, Miembro de la Escuela de Orientación Lacaniana.


"La cocina de un dispositivo"

Abordaje familiar en la clínica con toxicómanos

Alicia Donghi

Publicado en El Sigma

"La drogadicción como síntoma social exige nuevas modalidades de abordaje. Estamos frente a una patología sin precedentes que, de la mano de la vertiginosidad de la época, adquiere ribetes y variantes que la complejizan, no sólo con la introducción de nuevas drogas en el mercado, sino también por las diferentes formas de consumirlas".



Entrevista a Alicia Donghi y Liliana Vázquez en la edición del 14 de mayo de 2008 en diario Rìo Negro:

"A nuevas drogas, nuevas problemáticas de adicción", entrevista realizada por Marcelo Rodríguez.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Placer, goce y deseo en las toxicomanías

Placer, goce y deseo en las toxicomanías

Deborah Fleischer

Antroposmoderno

Expresa Fleischer: "Una diferencia fundamental de la toxicomanía de masas respecto del consumo de drogas propio de las sociedades tradicionales es que, en estas últimas, el consumo se integra en el conjunto de las prácticas sociales propiciando el restablecimiento de los lazos generacionales (ritos de iniciación), mientras que la expresión actual del consumo coincide con la desligadura del lazo social propio de la sociedad moderna".

viernes, 11 de septiembre de 2009

Modernidad líquida


Hemos extraído unas frases de Zygmunt Bauman de su libro Modernidad líquida (Fondo de Cultura Económica), libro del cual se podría citar muchos otros párrafos, como elemento capaz de iniciar reflexiones y debates sobre las adicciones pero no sólo desde lo individual sino analizando nuestra sociedad, los factores que intervienen diariamente en la formación de nuevas subjetividades, y que suelen pasar desapercibidas.

En el capítulo titulado La compulsión convertida en adicción, Bauman expresa:
"El arquetipo de la carrera que corre cada miembro de la sociedad de consumidores (en una sociedad de consumo todo es a elección, salvo la compulsión a elegir, la compulsión que se convierte en adicción y que por lo tanto deja de percibirse como compulsión) es la actividad de comprar".

Leyendo a Bauman, nos deja el interrogante de cuántos elementos similares hay entre el consumidor que no es adicto -a sustancias ilegales- y el rotulado "adicto", que sí consume "sustancias ilegales", transgrede, hace ruido social con sus "bardos", pero en el fondo, uno con productos y otros con sustancias, buscan una rápida respuesta a sus carencias y en la búsqueda de "la felicidad". Las propiedades del producto pueden producir confort pero la prometida felicidad no se produce; se desvanecerá rápidamente y en pocas horas o días habrá una nueva "necesidad". Otro tanto ocurre con el "adicto" donde los efectos buscados se esfuman en poco tiempo y necesita una nueva dosis.

Bauman distingue necesidad, deseo y anhelo. La necesidad, dice, dejó paso al deseo y éste ahora ha sido desechado. "Ha dejado de ser útil: tras haber llevado la adicción del consumidor a su estado actual (...) se necesita un estimulante más poderoso y sobre todo más versátil para mantener la demanda del consumidor en el mismo nivel de oferta. El "anhelo" es ese reemplazo indispensable: completa la liberación del "principio de placer", eliminando y desechando los últimos residuos de los impedimentos del "principiode realidad".

Somos, tomando las palabras de Bauman, en esta sociedad de la modernidad líquida, seres anhelantes; un anhelo que nunca se sacia y que deja una constante insatisfacción porque "ya" hay algo nuevo, algo que supera al que poseo, y este anhelo -tantas veces superficial- se torna en un imperativo hacia el cual se orienta toda la energía del sujeto.

Bauman es sociólogo. Nació en Polonia en 1925.

Lic. Daniel Giacomich

sábado, 5 de septiembre de 2009

Luca Prodan, tres comentarios


Tres viñetas escritas por reconocidos psicólogos sobre Luca Prodan.


¿Qué misteriosa presencia parece habitar al tóxico capaz de suscitar encantamientos y hechizos?
¿Es el llamado de la muerte que con su belleza inconmesurable, detiene la respiración invitando al sueño eterno?

Andrés Barbarosch, No se conocía coca ni morfina.



Los tres artículos se pueden hallar en:


El primero corresponde a Andrés Barbarosch y se titula: Luca Prodan y su caída en el espacio de la paradoja. Acerca de los significados de la vida y la leyenda del creador de Sumo. (También Barbarosch se refiere a Luca Prodan en el libro No se conocía coca ni morfina).

El segundo es un fragmento titulado El misticismo y el éxtasis . correspondiente al trabajo Luca místico, escrito por Ricardo Natch.

Por último, el trabajo de Deborah Fleischer, En la casa "noble", fragmento de Heroína, publicado en No se conocía coca ni morfina.

A continuación se reproduce fragmento del trabajo de Barbarosch publicado en Página 12:

Luca Prodan y su caída del espacio de la paradoja

El enigma de la vida, la muerte y la creación se presenta con particular intensidad en el caso de Luca Prodan; también en el de la figura del artista convertido en leyenda; también en el de las llamadas toxicomanías.

Por Andrés Barbarosch *

El consumo de opio y sus derivados ha constituido uno de los modos más característicos de la drogadicción a través de los tiempos. Una vasta producción de obras literarias, en los géneros más diversos, desde los diarios de viajes y novelas hasta los ensayos filosóficos y morales, tomó como motivo sus efectos. Thomas De Quincey, con Confesiones de un inglés comedor de opio (1821), inaugura un género: el testimonio personal sobre la experiencia con las drogas, que se continúa en escritores como Charles Baudelaire, Jean Cocteau y William Burroughs. En La condición humana, André Malraux iluminó la meditación filosófica de un anciano profesor a través del opio; en El americano impasible, Graham Greene retrató el consumo de esa sustancia.
Históricamente, el opio ha sido moneda de cambio; en el siglo XIX, condujo a una guerra que fue bautizada con su nombre; según Karl Marx, la religión, para los pueblos, le fue equiparable. ¿Qué misteriosa presencia parece habitar al tóxico capaz de suscitar encantamientos y hechizos? ¿Es el llamado de la muerte, con su belleza inconmensurable? Y, entre los opiáceos, los efectos de la heroína se cuentan hoy entre los más devastadores, en una época que Giorgio Agamben caracterizó como la del surgimiento de la toxicomanía de masas.
En 1981, Luca Prodan partió del aeropuerto londinense con el fin de escapar de una muerte que le pisaba los talones. Italiano, pertenecía a una familia adinerada y culta, y de niño había sido destinado a un colegio pupilo en Escocia, con el fin de recibir allí la educación de las elites. Pero la experiencia del aprendizaje fue la de la exclusión y el malestar. Los italianos habían perdido la guerra y, en ese ambiente anglosajón, eran los cobardes. También hizo amigos, uno de ellos argentino: Timmy McKern.




* Miembro del Centro Descartes. Fragmento del trabajo “Una imagen de Luca Prodan”.

Letra

Algunos pensamientos de Luca Prodan
Extraídos del libro de Marcos Miller, El grito del final. La vida trágica y la música vital de Luca Prodan

"Yo viví siete años en Londres y tuve que dejar todo y venirme porque la heroína me estaba matando. La heroína es la mamá eterna, es como el útero que te protege. Con ella no se jode, por algo es la seguna droga en importancia -la primera es el poder-. Cuando llegué acá, vino otro choque, estuve solo y me costó porque necesitaba dar y tener amor. El argentino es un tipo raro. Entonces empecé a tomar, algo que antes no hacía. Actualmente tomo un poco de ginebra, como para poner algodones a mi alrededor", pág. 21.

"La heroína es el paraíso, pero el paraíso en vida es la muerte; no se puede vivir en el paraíso sin morir", pág. 22

jueves, 3 de septiembre de 2009

Toxicomanías y psicoanálisis

Toxicomanías y psicoanálisis. Las narcosis del deseo.

Sylvie Le Poulichet. Amorrortu editores

Buenos Aires,, 2005

La operación del farmakon (concepto heurístico y explicativo de la novedosa propuesta de la autora) representa un intento de cancelación tóxica del dolor y una restauración de un objeto alucinatorio. Sobreviene como en respuesta a una falta de elaboración del cuerpo pulsional, ligada a una insuficiencia de la función simbólica. Esta paradójica operación viene a constituir una tentativa de anular un corte que es constitutivo del ser hablante. Y una condición fundamental para que se sostenga una operación del farmakon parece ser que algo se haya constituido como un “intolerable” que no pueda ser asumido dentro de una realidad simbólica.